Escenarios del futuro del trabajo

Clarote & AI4Media / Better Images of AI / AI Mural / CC-BY 4.0

Un reciente informe de análisis del Instituto de Investigación sobre Políticas Públicas (IPPR) afirma que el Reino Unido se enfrenta a un momento de "puertas correderas" en torno a su implantación de la IA generativa, y pide al Gobierno británico que garantice la puesta en marcha de una estrategia industrial justa, según un comunicado de prensa del IPPR. El documento del IPPR, Transformed by AI: How generative artificial intelligence could affect work in the UK - and how to manage it, de Carsten Jung y Bhargav Srinvasa Desikan. El informe identifica dos etapas clave en la adopción de la IA generativa: la primera, que ya está en marcha, y la segunda, en la que las empresas integrarán más profundamente la tecnología de IA en sus procesos, una etapa en la que sugiere que hasta el 59% de las tareas realizadas por los trabajadores podrían ser vulnerables a ser sustituidas por la automatización de la IA si no se interviene. El informe señala que los puestos de trabajo administrativos, de nivel básico y a tiempo parcial son los que corren mayor riesgo de verse alterados durante la primera oleada -incluidas las funciones de secretaría, atención al cliente y administración-, siendo las mujeres y los jóvenes los más propensos a verse afectados, ya que es más probable que desempeñen esas funciones. Las personas con salarios más bajos también son las más expuestas a ser sustituidas por la IA.

En el peor de los casos, la segunda oleada de IA supondría la pérdida de unos 7,9 millones de puestos de trabajo y ningún aumento del producto interior bruto (PIB). Sin embargo, el informe sugiere que si el gobierno y la industria son proactivos en la protección de los trabajadores a medida que aumenta el uso de la IA, podría haber beneficios económicos sustanciales.

En el mejor de los casos, no se perdería ningún puesto de trabajo al aumentar el número de empleados que trabajan con inteligencia artificial, lo que podría suponer un impulso económico del 13% del PIB, unos 306.000 millones de libras (386.000 millones de dólares) al año.

El IPPR afirma también que el empleo de la IA podría liberar mano de obra para cubrir carencias relacionadas con necesidades sociales no atendidas. Por ejemplo, los trabajadores podrían reasignarse a los servicios de asistencia social y salud mental, que actualmente carecen de recursos suficientes. Pero la modelización muestra que no existe una única vía predeterminada para la implantación de la IA en el mercado laboral. También insta a intervenir para garantizar que los beneficios económicos se distribuyan ampliamente, en lugar de beneficiar sólo a unos pocos.

Aunque la investigación para este informe se llevó a cabo en el Reino Unido, parece probable que los diferentes escenarios, aunque varían en cantidad e impacto, también se aplicarán en muchos otros países.

El comunicado de prensa del IPPR puede consultarse aquí y el informe completo puede descargarse del sitio web del IPPR.

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