En este sitio hacemos muy pocas reseñas de libros y me temo que ésta tampoco va a ser una. En su lugar, vamos a promocionar un libro muy esperado (y muy oportuno) de la periodista especializada en tecnología educativa Audrey Watters, que fue publicado por MIT Press hace dos semanas.
La nota de prensa del MIT dice:
Cómo nació la tecnología educativa: Las máquinas de enseñanza del siglo XX, desde el examinador mecanizado de Sidney Pressey hasta la caja de campana conductista de B. F. Skinner.
En contra de la creencia popular, la tecnología educativa no empezó con los vídeos en Internet. La idea de una tecnología que permitiera a los estudiantes "ir a su propio ritmo" no se originó en Silicon Valley. En Teaching Machines, la escritora especializada en educación Audrey Watters ofrece una animada historia de la tecnología educativa predigital, desde el proveedor de refuerzo positivo mecanizado de Sidney Pressey hasta la caja de campanas conductistas de B. F. Skinner. Watters muestra que estas máquinas y la pedagogía que las acompañaba surgieron de ideas -contenido de tamaño reducido, instrucción individualizada- que tenían pies de plomo y que luego fueron recogidas por los editores de libros de texto y los primeros defensores del aprendizaje informatizado.
Watters presta especial atención al papel de los medios de comunicación -periódicos, revistas, televisión y películas- en la formación de la percepción de las máquinas de enseñanza, así como a las teorías psicológicas que las sustentan. Considera estas máquinas en el contexto de la reforma educativa, las repercusiones políticas del Sputnik y el auge de las industrias de los exámenes y los libros de texto. La autora relata los intentos de Skinner por sacar al mercado sus máquinas de enseñanza, que culminaron con los esfuerzos del famoso conductista por lanzar Didak 101, la máquina "preverbal" que enseñaba ortografía. (Los nombres alternativos propuestos por Skinner incluyen "Autodidak", "Instructomat" y "Autostructor"). Al contar estas historias un tanto cautelosas, Watters pone en tela de juicio lo que llama "la teleología de la tecnología de la educación", es decir, la idea de que no sólo la educación informatizada es inevitable, sino que el progreso tecnológico es el único motor de los acontecimientos.
Volvamos a la razón por la que no he leído y reseñado el libro. De los proveedores listados por MIT Press para conseguir el libro, ninguno, excepto Amazon, tenía una copia en stock. Y estoy boicoteando a Amazon. SI aquí es la esperanza de que la razón de la escasez de suministro es tanta gente que compra el libro y aquí es la esperanza de que voy a ser capaz de obtener una copia pronto.